Quiet nights es el titulo del ultimo album de estudio y del tour de la hasta hace unas horas destacada jazzista Diana Krall, aunque despues de esta noche el mejor adjetivo que le podria acompañar es sublime.
El como llegue a conocerla no es mas que producto de mis andanzas y mi curiosidad.
Hace ya varios años, caminando por la pequeña y cautivadora ciudad de Xalapa entré a una libreria (no muy lejos del centro de esta) de colecciones antiguas y/o usadas para hacer tiempo antes de una cita que tenia. Mientras recorria sus estantes empapados de ese olor maravilloso que desprenden las ediciones antiguas y que crean una atmosfera de hambre intelectual unica (lo se, lo se. Soy un nerdo de primera) comence a escuchar un fondo musical muy relajante que a veces iba de lo mas alegre a lo mas bohemio sin perder 2 cosas en comun, el piano como instrumento principal y una voz femenina tan sensual que te hipnotizaba y despertaba los mas bajos deseos en ti. Tuve el gran acierto de preguntar quien era la interprete y me mostraron el disco "When I Look in Your Eyes" y sabiamente lo anote en un pedazo de papel el cual aun conservo.
Algunas docenas de meses despues me encontraba con mi hermano comprando CD's y mientras el hurgaba entre sus muy acostumbrados discos ochenteros casualmente me tope con el mismo disco que escuché en Xalapa, lo compre en ese instante y le dimos play en su auto al momento de salir de esa tienda departamental. "Esta increible" fue su respuesta despues de escuchar la primera cancion pero mas sorprendente aun fue el poder que tuvo de transportarnos a otro lugar, a otro estado sensorial. Mientras recorriamos las calles nada hermosas de mi querida Poza Rica en un dia muy caluroso de verano nosotros nos sentiamos en un lugar completamente distinto. Yo me imagine en un bar a media luz tomando una copa de vino tinto acompañado de una hermosa mujer. Mi hermano me aseguro que recordo cuando caminaba por la zona de Cambridge en Boston o cuando manejaba en las noches por las calles Chicago. ¡ESE ES EL EFECTO KRALL!
Ahora que vivo en Monterrey me entere que visitaria por primera vez la ciudad y lo grite al viento, lo cual causo que todo aquel que me escuchara me dijera ¿Y quien es ella wey? Trate de ganarme los boletos en las estaciones de radio pero siempre llamaban antes que yo, una amiga del trabajo tambien estuvo llamando pero con los mismos resultados hasta que una compañera del trabajo un dia antes del concierto me mando un mensaje comentandome que tenia boletos para ir a verla y me los ofrecio. Al instante le conteste y ese mismo dia fui a recoger esas cortesias tan menospreciadas que ahora siento pena por quien las desaprovecho.
Hoy fue el concierto. No fue como ningun otro al que yo alla ido. No me sabia ninguna cancion, no tenia idea del set list y para rematar nunca habia asistido a la Arena Monterrey asi que iba con la certeza de un ciego caminando por la orilla del ultimo piso del Empire State en una noche lluviosa (si yo iba asi no me imagino como iba el, hasta ese instante, incredulo del bielo).
Esta noche no solo escuche musica, la senti, la vi, la oli y la bebi. Cuatro musicos en toda la extension de la palabra se presentaron en el escenario para jugar con nosotros, con nuestras emociones, con nuestros aplausos y con nuestra rendicion a su arte. Estos cuatro genios se estuvieron improvisando en el escenario de tal manera que una cancion podia extenderse por tiempo indefinido mostrando que esa es la verdadera esencia del arte, el no seguir reglas y romper las establecidas, el no ser un purista en los estilos, el divertirse y divertir a los demas.
El como llegue a conocerla no es mas que producto de mis andanzas y mi curiosidad.
Hace ya varios años, caminando por la pequeña y cautivadora ciudad de Xalapa entré a una libreria (no muy lejos del centro de esta) de colecciones antiguas y/o usadas para hacer tiempo antes de una cita que tenia. Mientras recorria sus estantes empapados de ese olor maravilloso que desprenden las ediciones antiguas y que crean una atmosfera de hambre intelectual unica (lo se, lo se. Soy un nerdo de primera) comence a escuchar un fondo musical muy relajante que a veces iba de lo mas alegre a lo mas bohemio sin perder 2 cosas en comun, el piano como instrumento principal y una voz femenina tan sensual que te hipnotizaba y despertaba los mas bajos deseos en ti. Tuve el gran acierto de preguntar quien era la interprete y me mostraron el disco "When I Look in Your Eyes" y sabiamente lo anote en un pedazo de papel el cual aun conservo.
Algunas docenas de meses despues me encontraba con mi hermano comprando CD's y mientras el hurgaba entre sus muy acostumbrados discos ochenteros casualmente me tope con el mismo disco que escuché en Xalapa, lo compre en ese instante y le dimos play en su auto al momento de salir de esa tienda departamental. "Esta increible" fue su respuesta despues de escuchar la primera cancion pero mas sorprendente aun fue el poder que tuvo de transportarnos a otro lugar, a otro estado sensorial. Mientras recorriamos las calles nada hermosas de mi querida Poza Rica en un dia muy caluroso de verano nosotros nos sentiamos en un lugar completamente distinto. Yo me imagine en un bar a media luz tomando una copa de vino tinto acompañado de una hermosa mujer. Mi hermano me aseguro que recordo cuando caminaba por la zona de Cambridge en Boston o cuando manejaba en las noches por las calles Chicago. ¡ESE ES EL EFECTO KRALL!
Ahora que vivo en Monterrey me entere que visitaria por primera vez la ciudad y lo grite al viento, lo cual causo que todo aquel que me escuchara me dijera ¿Y quien es ella wey? Trate de ganarme los boletos en las estaciones de radio pero siempre llamaban antes que yo, una amiga del trabajo tambien estuvo llamando pero con los mismos resultados hasta que una compañera del trabajo un dia antes del concierto me mando un mensaje comentandome que tenia boletos para ir a verla y me los ofrecio. Al instante le conteste y ese mismo dia fui a recoger esas cortesias tan menospreciadas que ahora siento pena por quien las desaprovecho.
Hoy fue el concierto. No fue como ningun otro al que yo alla ido. No me sabia ninguna cancion, no tenia idea del set list y para rematar nunca habia asistido a la Arena Monterrey asi que iba con la certeza de un ciego caminando por la orilla del ultimo piso del Empire State en una noche lluviosa (si yo iba asi no me imagino como iba el, hasta ese instante, incredulo del bielo).
Esta noche no solo escuche musica, la senti, la vi, la oli y la bebi. Cuatro musicos en toda la extension de la palabra se presentaron en el escenario para jugar con nosotros, con nuestras emociones, con nuestros aplausos y con nuestra rendicion a su arte. Estos cuatro genios se estuvieron improvisando en el escenario de tal manera que una cancion podia extenderse por tiempo indefinido mostrando que esa es la verdadera esencia del arte, el no seguir reglas y romper las establecidas, el no ser un purista en los estilos, el divertirse y divertir a los demas.
Pero mi critica es parcial asi que no es valida para ustedes, por lo tanto como final a este larguisimo post dejare las palabras que escuche al final del concierto pronunciadas por mi roomie: No manches, jamas pense que estaria tan padre. Es algo diferente a lo que habia escuchado, la verdad si ella volviera pagaria para volver a verla.
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