Karla, gracias nuevamente por estas maravillosas palabras.
Dedicado a todas las parejas que planean casarse.
... pues sí el matrimonio no es cualquier cosa, es también una vocación y aunque aparentemente cualquiera puede casarse, el matrimonio definitivamente no es para cualquiera.
Yo sí creo en el matrimonio, mis papás cumplen este año 30 de casados, y la verdad son mi mejor ejemplo de un matrimonio. Son muy felices, se quieren mucho, han pasado juntos problemas, enfermedades, sorpresas, alegrías, y después de 30 años quieren 30 más.
La verdad es que hoy día no solo el matrimonio sino todo lo que vale la pena está devaluado… mucha gente se casa porque puede y porque si no le gusta siempre se puede divorciar, si pensaran que el matrimonio es para siempre se lo tomarían con más calma, hoy día el matrimonio tiene fecha de caducidad, yo creo que ahí radica el problema, estamos acostumbrados a lo desechable, y ya no creemos que algo pueda durar más de lo que tarda en salir el nuevo modelo. Creo que hemos perdido la visión a largo plazo y con objetivos tan cortos y tan egoístas como piensas que algo como el matrimonio pueda durar? La gente de hoy no está preparada para algo así.
Imagina, hoy día la gente compra un celular no porque no tenga uno o porque lo necesite, lo compra porque le aburrió el que tenía, porque ya salió uno nuevo, porque es el hit del momento… con el matrimonio quieren hacer lo mismo. Creo que hace falta distinguir lo desechable y lo permanente, creo que hace falta reconciliarnos con la idea de que “hay cosas que duran para siempre” o simplemente “hay cosas que duran y no se tiran después de un mes o un año” creo que es necesario reconsiderar lo que realmente significa el matrimonio, porque si te casas namás porque sí pues namás porque no vas a durar.
Si buscas comodidad y autocomplacencia mejor quédate soltero, si buscas algo más complejo, duradero, desafiante, y retribuyente entonces eres candidato al matrimonio.
Ahora si tú eres un buen candidato, necesitas a una buena candidata, porque el otro 50% dependerá de ella, o sea no basta que la súper “ames” o la súper “admires”, si ella no está dispuesta a compartir, a ceder, a durar… pues eso no va a durar.
Debajo de la emoción, de la ilusión, del “amor” o romanticismo, de la pasión, de la fiesta de bodas o la luna de miel están cosas tal vez menos emocionantes como el compromiso, la compresión, la aceptación, la inevitable rutina, el verdadero conocimiento de las virtudes y defectos de tu pareja, el tiempo y los desafíos que con el vengan… y todo esto es el verdadero meollo del asunto del matrimonio. Debajo de la idea del matrimonio está la realidad del matrimonio y la realidad es muy intensa y no todos la soportan, prefieren vivir en un cuento de hadas o en una película de ciencia ficción.
Por eso yo creo que el matrimonio es algo bueno siempre que lo hagas CONCIENTEMENTE y no te hagas falsas e imposibles proyecciones de lo que será.
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