Yo ya no creo en las princesas.
Ellas solo existen en los cuentos para niños o en mi mente.
Lo siento, dije un pleonasmo.
Dicen que tarde o temprano un principe azul se destiñe, ¿pero que sucede si ni siquiera le dan chance de ensuciar su ropa para ver si aguanta unas lavadas?
1 comentario:
Sí... es cierto. Parece que las princesas no son para la gente de a deveras. Yo ya me hice a la idea... Podríamos formar un grupo de autoayuda... jajajaja...
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