La lluvia le devolvio la humanidad a esta ciudad alienada.
Completamente plastificada con saludos de digitalizados, abrazos de caucho y besos de concreto... frios y grises, impermeables y de corta memoria, capaces de potenciar tu inercia infinitamente y de destruirte por el descontrol.
Hoy me doy cuenta que debajo de todo esto hay gente de carne y hueso, fragil, mediocre; pero tambien caritativa, que te ofrecen su mano, humanos demasiado humanos a mi entender.
¿A donde voy con esto? Este azote resentido en Monterrey debido al huracán Alex me demostro otra vez que vivo en un mundo raro, esta ciudad tan moderna demostro su fragilidad ante una manifestacion del poderoso Poseidon, su aire cosmopolito quedo opacado por un torrente diluviano y sus puentes fueron colapsados ante la vista de miles.
Pero por mas fuerte que haya sido este embate, no pudo contra el espiritu incansable, trabajador y soberbio de los habitantes de esta ciudad. Aqui nadie espera ayuda para levantarse, sino que se levantan y ayudan a otros a hacerlo. No se escucho ni una sola voz de derrotismo sino de esperanza y animo por reconstruir y mejorar lo destruido. Mas aun su enorme esfuerzo y prevision los salvo de un desastre de proporciones epicas debido a la construccion de una presa años antes.
Enhorabuena por ustedes gente de Monterrey, esto ha demostrado su caracter y tambien su humanidad.
Hay regios, que les tiene que suceder para demostrar que tambien sienten.
Atte. Un Jarocho deslumbrado.
Completamente plastificada con saludos de digitalizados, abrazos de caucho y besos de concreto... frios y grises, impermeables y de corta memoria, capaces de potenciar tu inercia infinitamente y de destruirte por el descontrol.
Hoy me doy cuenta que debajo de todo esto hay gente de carne y hueso, fragil, mediocre; pero tambien caritativa, que te ofrecen su mano, humanos demasiado humanos a mi entender.
¿A donde voy con esto? Este azote resentido en Monterrey debido al huracán Alex me demostro otra vez que vivo en un mundo raro, esta ciudad tan moderna demostro su fragilidad ante una manifestacion del poderoso Poseidon, su aire cosmopolito quedo opacado por un torrente diluviano y sus puentes fueron colapsados ante la vista de miles.
Pero por mas fuerte que haya sido este embate, no pudo contra el espiritu incansable, trabajador y soberbio de los habitantes de esta ciudad. Aqui nadie espera ayuda para levantarse, sino que se levantan y ayudan a otros a hacerlo. No se escucho ni una sola voz de derrotismo sino de esperanza y animo por reconstruir y mejorar lo destruido. Mas aun su enorme esfuerzo y prevision los salvo de un desastre de proporciones epicas debido a la construccion de una presa años antes.
Enhorabuena por ustedes gente de Monterrey, esto ha demostrado su caracter y tambien su humanidad.
Hay regios, que les tiene que suceder para demostrar que tambien sienten.
Atte. Un Jarocho deslumbrado.